El abandono del puesto de trabajo de una persona en el cual ha permanecido varios ó incluso mucho años es lo que me tiene más sorprendida actualmente al coach y sobre todo debido a la crisis que vivimos. Voy encontrándome con varias personas de mi entorno que piensan activamente en ello.
Abandono de su puesto de trabajo, su sueldo fijo y seguridad económica cambiados por la persecución de un sueño y puesto mejor y por que no?
Aquí es donde hago gran hincapié en que muchas empresas no valoran lo suficiente a sus empleados, dando por el hecho, sus buenas gestiones.
Hace falta mucho trabajo directivo y reciclaje dado que para que una empresa funcione, es imprescindible que exista un equilibrio entre el trabajo y las recompensas o gratificaciones de sus trabajadores.
El liderazgo no se mide por las capacidades del líder, sino por los frutos y logros que alcanzan sus empleados.
La arrogancia, la altivez, la crítica, la excesiva permisividad, la ambigüedad o la negatividad son algunas de las características predominantes de un mal líder.
Un mal líder convierte a las personas que forman su plantilla en víctimas del pesimismo, negatividad y descontento en su propia profesión, limitando los día a día a ser un propio reflejo del mismo líder.
La personalidad del líder y su estilo de liderazgo viene determinada por la franqueza y sinceridad con la que va a transmitir lo que espera de su equipo y que estrategia es la que va a implementar.
Este tipo de jefes o malos líderes impiden que esta relación sea posible, por lo que acaban saboteando los intereses del propio empleado, provocando desajustes y enfrentamientos de manera prolongada.
Un grave error es no detectar el talento de los empleados y someterlos a realizar tareas en las que no destacan, y aún más grave apropiarse, atribuirse, las ideas sin reconocer los logros limitando el desarrollo de las competencias de sus empleados.
No se puede consentir que por el hecho de tener el poder (según creen algunos) se permitan jugar de esa manera con la salud mental de sus empleados que lo hacen y nadie se merece ser manipulado, ninguneado o menospreciado.
El respeto mutuo es lo mas importante ante una relación de cualquier clase, y el saber manejar la inteligencia emocional y herramientas efectivas para incentivar y premiar al empleado el una premisa importante para el buen funcionamiento de una empresa.
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